Madrid, 01.06.2012.
Proceso de creación de “The Sailing Forest II”
“Un artista debe vivir en su tiempo, reconocerlo y reconocerse en él, pero sin perder de vista de dónde viene y cuál es la inspiración que le invita a seguir. Como dice el poeta japonés Matsuo Bashoo -No sigas las huellas de los antiguos, busca lo que ellos buscaron-.
En mi caso, doy un paso desde la escultura hacia un planteamiento “instalativo” en el que implico todas las piezas entre sí y aúno conceptos para crear una atmósfera. Cada una de las líneas de cualquier escultura, invita e instiga a la siguiente con un movimiento sinuoso. Así el concepto de obra aislada desaparece, siendo cada pieza parte fundamental de la retícula de cada proyecto.
Éste en el que estoy imbuida, toma referencias arquitectónicas de la historia del hombre y de la historia de la naturaleza, o mejor dicho, de la sabiduría de la naturaleza: cómo el tiempo se comprime o se dilata en su ritmo natural, la historia que contiene el tiempo. Mi trabajo se construye desde los parámetros de la emoción. Elaboro con la esencia del sentimiento y con las reglas, formatos y medidas de las leyes físicas, a las cuales provoco constantemente hasta el límite, arriesgando la materia de las piezas hasta su máxima tensión”.
Mar Solís